Aprender historia a través de cartas
Siguiendo el hilo conductor de cambiar el enfoque de la enseñanza de la asignatura de Historia en el aula, hoy hablaré de otra idea útil con la que se puede trabajar.
Una vez más, se busca el sentido práctico complementándolo con el teórico. Debido a lo cual, cuando se traten temas históricos que han podido vivenciar familiares de los alumnos (abuelos, abuelas, tíos, tías, padres, madres, etc.), se puede aprovechar esta gran oportunidad para efectuar dicha propuesta. Esta última tiene dos opciones de ser presentada en el aula: o bien antes de abordar el tema a impartir, con el fin de atraer la atención de los estudiantes y que sirva de base para asimilar nuevos conocimientos, o bien después de haber visualizado el tema para terminar de consolidar la información.
La idea consiste en que se introduzca el tema y, en base a él, los discentes deben preguntar a algún familiar sobre acontecimientos característicos de lo que se acordara dentro de lo que se le haya pedido en la clase. El alumno deberá escucharle e ir apuntando todo lo que le esté contando, pues deberán escribir una redacción de la persona a la que hayan entrevistado, la época sobre la que han hablado y el argumento de la entrevista, además de una foto que lo represente o una ilustración. Tal y como se ha comentado anteriormente, se puede llevar a cabo tanto antes como después de haber estudiado el tema.
A continuación, se mostrará un ejemplo (Figura 1):
Figura 1
Ejemplificación de la actividad elaborada por Nerea López.
Por consiguiente, es una actividad individual, pero que, una vez realizada, se pone en común de manera grupal, exponiendo las redacciones de cada uno. Con ello, se trabaja el contenido a abordar, la redacción, la expresión, comprensión, valores como el respeto y la empatía, etc., incluso poder relacionar unos hechos con otros, como por ejemplo se podría haber mencionado que Juan Carlos I ha sido rey hasta el año 2014, siendo el padre del rey actual.
Para finalizar, como se viene mencionando en anteriores entradas, este tipo de actividades no deben quedarse en el olvido y, por ello, se guardarán en un espacio de la clase, en un álbum diseñado para ello, en un buzón de correos elaborado por la clase, etc. Deben ser actividades a las que se las dé un valor y que perduren.
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